Importancia del Sistema de Monitorización de una empresa

A medida que la tecnología avanza y los procesos y soluciones de las empresas se digitalizan y se convierten en mucho más eficientes, las amenazas cibernéticas también van en aumento. El avance de la tecnología tiene una gran ventaja y un gran aporte a la sociedad, sin embargo, también tiene una “cara B”, que son los ciberataques. El punto más importante de las empresas son los dispositivos informáticos y en muchas ocasiones estos sistemas se encuentran desprotegidos, al descubierto. Para cubrirnos las espaldas están los Sistemas de Monitorización de las empresas.

Desde Redkom, en muchas ocasiones hemos cubierto necesidades a empresas como el mantenimiento informático, la seguridad informática, soluciones y reparaciones en caso de fallos, gestión del almacenamiento de datos, etc. En Redkom, antes de solucionar problemas, preferimos dar opciones preventivas a las empresas, para que estas no se tengan que enfrentar a fallos de sistemas, de redes, de seguridad, etc. Para esto es importante la actualización de las herramientas destinadas a la seguridad y a la protección.

¿Qué es un Sistema de Monitorización?

Un Sistema de Monitorización es uno mediante el cual podemos realizar un control constante del estado de los sistemas informáticos de una empresa. Monitorizar la infraestructura informática de una empresa es fundamental para prevenir fallos o problemas del sistema. Es importante, antes de comenzar a monitorizar los sistemas informáticos de la empresa, realizar un análisis que nos permita conocer los puntos débiles de la infraestructura y tomar decisiones acerca de la monitorización. Es recomendable monitorizar de forma activa, comprobando cada poco tiempo el estado del sistema. También se puede realizar una monitorización pasiva, en la que simplemente se gestionan y solucionan las alertas.

En primer lugar, es importante una buena detección de los posibles problemas y determinar cómo podemos gestionar el sistema de forma que este funcione perfectamente, sin puntos débiles o fallos. En esta fase se analizan los problemas de rendimiento que tiene la infraestructura, posibles brechas de seguridad, elementos que ralentizan el sistema, etc. En la fase del análisis se debe configurar el sistema para que nos alerte de cualquier fallo, es decir, calibrar los parámetros de monitorización. Todo lo que pueda impedir un buen funcionamiento, una buena productividad y rendimiento y cualquier futura incidencia debe establecerse en la fase del análisis y poner alertas para evitarlo.

El objetivo que tenemos a la hora de instalar un sistema de monitorización es detectar cualquier incidencia o fallo y conocer el alcance de estos problemas para ofrecer una solución a medida. Si bien es cierto que en España no hay muchas empresas que dispongan de este tipo de monitorización, es un gran error no proteger la informática de una empresa de esta forma, ya que se pierden una gran cantidad de ventajas. La ventaja principal es que podremos analizar el estado de los sistemas, anticiparnos a los problemas, detectar el origen de los fallos, mejorar y optimizar nuestros sistemas informáticos, aumentar la seguridad y la productividad y sobre todo reducir costes. A la hora de solucionar un problema se reducirá tiempo y dinero si respondemos a los fallos de forma más eficiente.

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